Hola, amigos. Comparto esta carta que escribí a mi padre en el 2010.
Querido y recordado padre:
Hace mucho tiempo que no nos comunicamos. Es imposible en las circunstancias en que vivimos desde hace ya tres años, pero este mes celebramos una fecha muy especial y he decidido elevarte esta carta por más extraño que me sienta al hacerlo.
Yo estoy bien. Aún en dos o tres trabajos pero, para tu tranquilidad, todos útiles, honestos y legales. La situación económica actual es crítica; tan crítica que el simple hecho de poder decirte que tengo trabajo ya es una excelente noticia. Por otro lado, aún sigo casado, lo cual también es otra noticia plausible, considerando que poco más o poco menos de un lustro de unión matrimonial en el siglo XXI es una proeza. Sin embargo, tú y yo sabemos que esto no se debe en el caso más remoto a mí, sino totalmente a mi esposa. Ella es una buena mujer, muy buena, demasiado buena, y es una de las mejores cosas que han acaecido en mi vida sin merecerlo.
Tus dos nietos están bien. Mi hijo va muy bien en la escuela. Me enorgullece decirlo porque yo con mucho esfuerzo pasaba de mediocre en la secundaria y en la primaria me fue bien sólo porque tú estabas siempre atrás mío, controlándome y empujándome a rendir siempre más, Por eso digo jactancioso que a tu nieto le va muy bien, sin mi ayuda ni hostigamiento. Pero si su educación no ha de agobiarme, la fortaleza de su autoestima sí me inquieta. Sigue siendo un niño muy tímido, taciturno, que exterioriza migajas de sentimientos y que muy a menudo es feliz a medias o celebra a escondidas sus alegrías. Casi todo lo contrario de tu otro nieto, que es más parlanchín, intrépido, desafiante, hasta peca de díscolo, pero que se expresa a puertas abiertas igual cuando lo satura el alborozo que cuando está irascible. Ése, tu nieto menor, también está bien.
Tu hija está bien. Gracias a su envidiable intelecto y alma perseverante, ella es una mujer que no debiera amilanarse ante nada pero, ante alguna vicisitud, si necesita otro brazo para levantar un obstáculo, u otros ojos para llorar una pena, u otra voz para conversar con su conciencia, me llama y yo la acompaño. Nuestra relación es magnífica. Como ves, no es que ella lo necesite, pero como te prometí, he de cuidarla siempre.
La familia en general está bien. No hace mucho viajé hasta Perú para reencontrarme con ella. Fue muy placentero compartir momentos gratos y respirar su cariño. Todos (los que vi) mantienen sus idiosincrasias y criterios, por supuesto, pero lo mismo podrían decir ellos de mí. Lo trascendental es que confirmé que los quiero y me quieren. Los extrañaré. Confío en que me extrañarán.
La sinopsis es que todo está bien aquí, viejo, y me siento lleno de bendiciones con la única excepción de la pena que no estés aquí con nosotros. Me agradaría saber cómo te va a ti. Si tan solo pudiéramos comunicarnos con nuestro seres queridos que están en el cielo. Si pudiéramos, te preguntaría si allá todo es paz y no hay dolor alguno, y además te preguntaría si desde allá tú y mi madre nos ven y nos escuchan. A falta de esa respuesta, y por extraño que me sienta, te escribo para contarte que estoy bien, y porque escribir es lo que hago con menos impericia: pensar y escribir; sufrir y escribir; vivir y escribir.
VOCABULARIO:
PLAUSIBLE.- Acción que deberíamos aplaudir. Commendable, laudable.
LUSTRO.- Período de cinco años. Lustrum.
ACAECER.- Suceder, ocurrir. To happen, occur.
JACTANCIOSO.- Orgulloso de cierta cualidad, etc. Boastful, bragging, arrogant.
AGOBIAR.- Causar molestia o fatiga. To weigh down, dispirit.
DÍSCOLO.- Que es desobediente o rebelde. Rebellious, defiant, unruly.
IRASCIBLE.- Que se irrita o molesta con facilidad. Irascible, short-tempered.
AMILANAR.- Causar miedo y hacer que una persona no quiera hablar o actuar. To intimidate, discourage, dishearten.
VICISITUD.- Suceso negativo. Vicissitude.
IMPERICIA.- Falta de habilidad para hacer una cosa. Unskillfulness.